El PSOE había optado por iniciar el cuelgue de carteles electorales antes del inicio de la campaña electoral, violando la Ley Electoral (LOREC)
Tras la denuncia interpuesta por varios partidos al partido gubernamental PSOE de Castilleja de la Cuesta, por iniciar el cuelgue de carteles de su candidata antes de las elecciones, la Junta Electoral ha determinado que el PSOE debe proceder de manera inmediata a la retirada de dichos carteles hasta que dé lugar el inicio de la campaña.
Así respondía la Junta Electoral ayer Miércoles, 6 de Mayo a un gesto simbólico por parte del equipo de gobierno que cree situarse por encima de la ley y la normativa vigente, incumpliéndola a su antojo. Esto no supone sino un leve reflejo más de la arrogancia y altanería a que nos tiene acostumbrados este partido que, allí donde gobierna, tal es el caso de Castilleja desde hace más de 30 años, muestra una persistente tendencia a utilizar las instituciones gobierno para sus propios fines de partido.
El PSOE acostumbra así a practicar una total imbricación o mezcla entre Ayuntamiento y partido, que lo lleva a hazañas como en el caso de Castilleja, dilapidar buena parte del presupuesto para toda la legislatura en propaganda electoral y actos de precampaña y campaña: tal es el caso del asfaltado masivo de multitud de calles de la población de Castilleja de la Cuesta, muchas de ellas asfaltadas hace tan solo 6 meses, y otros períodos de tiempo relativamente recientes, que para nada necesitaban de dichas obras, a escasos meses antes de las elecciones. A menudo, el trabajo desempeñado en tales obras no busca, a su vez, ofrecer un servicio de calidad, sino adjudicarse méritos de cara a la galería, lo que se percibe fácilmente a juzgar por la dudosa calidad del asfaltado, con en torno a 1 cm de grosor de media cuando un asfaltado de calidad suele rondar en torno a los 4 cm de media.
Otra de las últimas hazañas del PSOE de Castilleja comandado por Benítez, es la impresión masiva de una revista de precampaña a todo color cuya impresión requiere un alto coste, con dinero del Ayuntamiento, sin apenas texto, y únicamente plagado de imágenes en varias de las cuales puede verse a Carmen Herrera, candidata del PSOE a la Alcaldía para las elecciones municipales 2015, junto con fotos de supuestos logros durante la gestión anterior del equipo de gobierno.
Ahora, en un abceso más de altanería y despilfarro sin otro fin que aferrarse al poder, el PSOE trata de poner en marcha una partida presupuestaria por valor de 1,4 millones de € para material electoral y actos de campaña, la cuál pretende ser, mientras hablamos, paralizada por IU, a través de un recurso de reclamación que imposibilitaría, en amparo a la ley, al PSOE, el disponer de forma inmediata de este dinero, al menos por la vía legal, obligándole a aplazar su aprobación hasta después del próximo pleno. Esto haría que fuese virtualmente imposible la aprobación de dicha partida presupuestaria a menos que convocase un pleno adicional antes de las elecciones, para lo cual hay que esperar, sin embargo, un plazo mínimo de varios días hábiles después de la convocatoria del último pleno, lo que agotaría todos los plazos disponibles para la realización del mismo antes de las elecciones.
Nos tememos sin embargo que aún cabe la posibilidad de que este partido haya comenzado a dilapidar parte del presupuesto de manera extralegal, no contando con la presentación de esta reclamación por parte de IU y dando por sentada la aprobación de la partida presupuestaria, cosa que habría podido hacer sin problemas haciendo valer su renovada mayoría absoluta gracias a dos tránsfugas, de no ser por este recurso.
Con precisión conceptual y su habitual belleza literaria, Manuel Vicent expone en un magistral artículo titulado Infección que “un ciudadano libre tiene la obligación de saber que votar a un Gobierno corrupto es un acto inmoral, que te hace cómplice de la corrupción”.
Por encima de toda otra consideración, la corrupción o la limpieza de gestión deberían ser los primeros valores a tener en cuenta a la hora de votar. Si votas a un partido corrupto, tú también eres un corrupto y un inmoral. Lo que ocurre en España no sucede en ningún país europeo desarrollado. Aun no habiendo decisiones judiciales, las actuaciones políticas deberían resultar imperativas. El voto no es un grano un forúnculo que te extirpas. Es un acto de connivencia y conformidad con lo votado. Desgraciadamente, la conciencia es lo más manipulable y moldeable por uno mismo que existe. Llegamos a creer lo que nos interesa. Incluso equiparamos las pequeñas migajas de corrupción que pueda haber en otras formaciones políticas con los grandes banquetes con los que nos atracamos y nos asolan.
Y resulta sorprendente que indultemos a quienes fueron protagonistas de la corrupción y se erigen en redentores sin pagar precio ni penal ni político.
Mientras no nos liberemos de esa gigantesca losa, lo cual depende exclusivamente de nosotros, no seremos una democracia asimilable ni un país decente. Ni nosotros tampoco lo seremos personalmente por mucho que anulemos las conciencias. Porque, como remata Vicent, “si de forma consciente votas a un partido corrupto es porque tú e su caso harías exactamente lo mismo”.
Que los andaluces hayan votado mayoritariamente al PSOE con sus EREs y sus cursos de formación, y que el PP se mantenga en cabeza de las previsiones electorales con sus dobles contabilidades y saqueos de dineros públicos especialmente en Madrid y Valencia, revela que hemos hecho de la corrupción un pasatiempo, algo intranscendente y no esencial. Pero recuerde: si vota a un corrupto es usted un corrupto.