Ocho apellidos Alixeños
Desde determinados sectores minoritarios de Castilleja de la Cuesta se considera un defecto grave el no tener los ocho antepasados nacidos en el Municipio, en ese caso eres «forastero» y no tienes derecho a nada que tenga que ver con la vida ciudadana del Municipio. No importa que seamos mayoría los que estemos afectados por esa «lacra», inmediatamente pasamos a ser como los judíos de la Alemania nazi y se nos coloca al margen de los intereses de Castilleja. Estos comportamientos absurdos retrógrados, anacrónicos y xenófobos son alentados desde el poder establecido y algún partido político determinado que se adueñan de la bandera municipal y se arropan con ella para su uso político , de ese modo se garantizan el seguir ocupando el poder y hacer y deshacer a su antojo. No importa que la mayoría de los vecinos o barrios enteros queden al margen y que paguemos nuestros impuestos aquí, tengamos raíces de todo tipo y seamos respetuosos y defensores de los intereses de Castilleja y sus vecinos. Si criticas esto , si piensas distinto, si tienes osadía de discutir que Castilleja es de todos, seamos o no de las hermandades, nos gusten o no los petardos de madrugada, nosotros los forasteros no tenemos derecho a nada.
Para ello se usa la Religión y lo que haga falta aunque nadie haya cuestionado nada en este sentido, se atizan las bajas pasiones de sectores del lumpen, palmeros y canallas sin escrúpulos al servicio del poder. Los forasteros somos respetuosos con todos incluso con los que nos atacan, defendemos a Castilleja porque muchos hemos nacido aquí o lo han hecho nuestros hijos, porque aquí vivimos y queremos una Castilleja mejor, con tejido industrial, con empresas autóctonas, sin la lacra del paro, en resumen queremos ser ciudadanos de un pueblo sano y abierto, tenemos los mismos derechos todos, porque todos somos iguales y queremos que se gobierne para todos porque todos vivimos , pagamos impuestos, compramos y vendemos en Castilleja de la Cuesta. Tanto PP como PSOE usan y abusan de estos sectores minoritarios contra la mayoría social del pueblo, un pueblo que se ahoga en debates estériles azuzados por los que mangonean y han mangoneado siempre en los asuntos municipales. Ni las barrigas agradecidas, ni las maniobras rastreras de los miserables de turno podrán cambiar una realidad evidente, aquí cabemos todos sea cual sea nuestra adscripción ideológica, religiosa , el color de la piel, la condición sexual o la cuna.
Me parece un analisis muy certero, que padecen muchos de los habitantes que colaboran con sus impuestos, para el buen desarrollo del pueblo.