
Lo singular de la corrupción en Andalucía es su carácter centrífugo. Va del centro político a la periferia social; es decir, nace en la propia Junta de Andalucía y se extiende por el tejido social a través de la red clientelar y el intercambio entre fidelidades políticas y la cobertura de necesidades económicas y sociales. Los casos de enriquecimiento personal no han sido tan llamativos como en el PP, aunque ello no la hace menos obscena, sobre todo porque aquí se ha nutrido de fondos destinados a facilitar el empleo de los parados.
El resultado de las elecciones de 1994 fue decisivo para la implantación de un régimen clientelar, el chavismo andaluz, condescendiente, cuando no promotor (habrá que esperar a que resuelvan los tribunales), de la corrupción en las instituciones.
Se trata de todo un sistema político clientelista basado en intercambios de votos por dinero y apoyos electorales por contratos.
Uno de las condiciones de la corrupción es que la justicia misma sea corrupta e ineficiente. Los corruptos saben que aún si son descubiertas sus fechorias no serán castigados, pues los jueces también se prestan a intercambios de nóminas y posiciones para mantenerse o ascender en la cúpula de la Justicia.
La cara de la corrupción y el clientelismo en Andalucía es la de un partido que solo tiene de «socialista» el nombre, un partido dirigido por una señora que dió un golpe en su propio partido para que Rajoy fuera investido presidente, un partido plagado de casos de corrupción, que copa todos los cargos en la administración, enchufismo y clientelismo van de la mano en el susanato. A esta señora le han salido imitadoras en muchos sitios, nuestra alcaldesa auna demagogia barata y cinismo descarado para mantenerse en el cargo. La mafia funciona mediante reparto de migajas entre los «allegados», contratos siempre para los mismos, chivatos y manijer@s que imponen la ley del terror, compra de voluntades de algun que otr@ miserable dispuest@ a difundir mentiras, medias verdades y bulos a cambio de contratar a algún familiar. Si en la Junta el susanato compra el silencio y complicidad de la extrema derecha de Ciudadanos, en los pueblos se compran a concejales de la oposición, no hace falta ir muy lejos para verlo, nustra alcaldesa discipula de la «faraona» compró su mayoría municipal dandoles sueldos y prebendas a l@s concejales de ICAS.
La estrutura está podrida de arriba abajo, algún dia hablaremos lo que se lleva de verdad en dinero y otras mamandurrias la alcaldesa y compañia, y de abajo arriba, se promocionan a los trabajadores dociles y afines, se les da horas extras a colectivos que antes eran discolos con el equipo de gobierno, se impone una ferrea dictadura por parte de algun@ manijer@ ilustre para controlar a los del «peto amarillo», manijer@ sin mas conocimiento ni habilidad profesional que ser la gestapo del poder.
¿Cuántos votos se logran contratando a una ingente cantidad de personas seis meses antes de cada cita electoral? ¿Cuántos trabajadores del Ayuntamiento de esta localidad tienen el carnet de afiliados al PSOE?
Este panorama negro que asola Andalucía y gran parte de sus pueblos tiene los dias contados, desde Adelante Andalucía y vuestros/nuestros votos acabaremos con el.